El vermut, también conocido como vermú, es un licor a base de vino macerado con hierbas y especias. Su historia se remonta dos siglos atrás, cuando soldados franceses que ocupaban España descubrieron la costumbre local de tomar vino mezclado con hierbas antes de la comida sin saber que aquel invento casual se convertiría en un icono de nuestro país para los amantes de un buen aperitivo antes de comer.
Los domingos, antes de la hora de la comida, es cuando esta costumbre cobra vida. Es el momento en que los españoles se reúnen con sus seres queridos y disfrutan de la mejor compañía mientras saborean un vermut. Las terrazas se llenan de risas y charlas, y la copa de vermú se convierte en un símbolo de celebración y alegría.
Un vermú, por favor
El vermú en España se sirve con una rodaja de naranja o limón y unas aceitunas. Acompañamos nuestro vermú con aquellas patatas fritas crujientes que dan un contrapunto perfecto al licor. Las aceitunas, pequeñas joyas saladas, esas que siempre desatan una disputa amigable por quién se quedará con la última. Y no podemos olvidar esa tapa de embutido, que nos emociona a todos y nos une en la mesa.
Sin embargo, el verdadero aperitivo para nuestro vermú es la compañía, las risas, las historias compartidas y el cariño de los tuyos crean un ambiente único. Queridos amigos, la próxima vez que brinden con vermú, recuerden que están celebrando más que una bebida: están brindando por la vida, la amistad y el amor.
¿Por qué te queremos tanto, Vermú?
Los domingos son el único día festivo real de la semana para muchos de nosotros, españoles. Es el único día de la semana en el que las preocupaciones y los problemas del día a día pasan a segundo plano, para centrarnos en disfrutar el momento con las personas que más queremos compartiendo un vermú.
Por eso, el vermú es más que una simple bebida, es una tradición, es nuestra excusa para celebrar la amistad y la alegría de compartir momentos junto a nuestros seres más queridos.